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 *Bruno Bizzozero Peroni & * Valentina Díaz Goñi Bizzozero, B., & Díaz, V. (2020). Efectos del entrenamiento aeróbico y de
  fuerza combinados vs entrenamiento aeróbico sobre capacidad aeróbica y fuerza
  muscular en pacientes con enfermedad de las arterias coronarias. Revista
  Ciencias de la Actividad Física UCM, N° 21(1), enero-junio, 1-17. DOI: http://doi.org/10.29035/rcaf.21.1.2 
 El objetivo de esta revisión fue comparar la influencia
  del entrenamiento aeróbico y de fuerza combinados (EAFC) con el entrenamiento
  aeróbico (EA) sobre capacidad aeróbica, fuerza muscular y otras variables
  relevantes en la rehabilitación cardíaca (RC) de pacientes con enfermedad de
  las arterias coronaria (EAC). Realizamos una revisión de revisiones
  sistemáticas y meta-análisis en PubMed hasta el 27 de abril de 2019. Se
  identificaron un total de 30 artículos y se seleccionaron finalmente 3
  estudios para esta revisión. La calidad general de los estudios incluidos fue
  moderada (AMSTAR-2). El EAFC presentó mayores mejorías en comparación al EA
  sobre capacidad aeróbica, composición corporal y fuerza muscular en pacientes
  adultos (rango de edad media: 45-73 años) con EAC. Esta revisión agrega
  evidencia adicional que el EAFC presenta mejoras clínicamente significativas
  sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular en comparación al EA. Son
  necesarios más estudios que permitan establecer conclusiones consistentes de
  los efectos del EAFC en comparación al EA sobre calidad de vida. Además, son
  necesarios más estudios que analicen diferentes protocolos del EAFC y que
  permitan establecer su prescripción más eficiente en la RC de esta población. 
 The objective of this review was to compare the influence
  of combined aerobic and strength training (EAFC) with aerobic training (EA)
  on aerobic capacity, muscle strength and other relevant variables in cardiac
  rehabilitation (RC) of patients with coronary artery disease (EAC). We
  conducted a review of systematic reviews and meta-analyzes in PubMed up to 27
  April 2019. A total of 30 articles were identified and 3 studies were finally
  selected for this review. The overall quality of the included studies was
  moderate (AMSTAR-2). EAFC showed greater improvements compared to EA on
  aerobic capacity, body composition and muscle strength in adult patients
  (mean age range: 45-73 years) with EAC. This review adds additional evidence
  that EAFC presents clinically significant improvements in aerobic capacity
  and muscular strength compared to EA. More studies are needed to establish
  consistent conclusions about the effects of EAFC compared to EA on quality of
  life. In addition, more studies are needed to analyze different protocols of
  the EAFC and to establish their most efficient prescription in CR of this
  population.     La enfermedad de las arterias coronarias (EAC) afecta a
  17.5 millones de personas cada año (World Health Organization, 2016a),
  siendo la primera causa de muertes a nivel mundial con 7.4 millones de
  muertes en 2012 y un pronóstico de 9.2 millones de fallecimientos para el año
  2030 (Mendis, Puska, Norrving,
  & (Eds.), 2011, World
  Health Organization, 2016b). La rehabilitación cardíaca (RC) es el
  tratamiento y prevención secundaria de enfermedades cardíacas (Montalescot et al., 2013). La
  RC mejora el pronóstico de la enfermedad, recomendándose la participación de
  todos los pacientes con EAC (Woodruffe
  et al., 2015). Es recomendable la inclusión de un programa de ejercicio
  físico (PEF) dentro de la RC como factor principal para el éxito de esta y la
  prevención en la recurrencia de eventos cardíacos (Anderson et al., 2016, Piepoli et al., 2010). Las
  actuales cifras de mortalidad por EAC, con su pronóstico de aumento para los
  próximos años, suponen un problema socio-sanitario de primer orden mundial (de Gregorio, 2018, World Health Organization, 2016b).
  Por ello, la RC con un PEF resultan cruciales para reducir estas cifras y
  mejorar la salud de los pacientes (Montalescot et al., 2013, Woodruffe et al., 2015). De
  hecho, la RC que incluye un PEF se asocia con mejoras en funciones
  cardiovasculares, disminución de la mortalidad por todas las causas y aumento
  de las tasas de supervivencia en pacientes con EAC (Anderson & Taylor, 2014, Anderson et al., 2016).
  Estas mejoras están mediadas, entre otros, a través de mejoras sobre
  componentes de la condición física inducidos por el PEF (Valkeinen, Aaltonen, & Kujala,
  2010). La capacidad aeróbica, determinada generalmente a través del
  consumo máximo de oxígeno (VO2máx) o el consumo de oxígeno pico (VO2pico), es
  un predictor importante en el pronóstico y mortalidad en esta enfermedad (Kodama et al., 2009). A su vez,
  la fuerza muscular es otro importante parámetro de pronóstico y mortalidad en
  estos pacientes (Liu & Latham,
  2009). Por lo tanto, resulta fundamental saber que PEF presenta mayores
  mejoras sobre estas capacidades en la RC.   El entrenamiento aeróbico (EA) ha sido el PEF tradicional
  en la RC, con mejoras sobre el VO2pico en pacientes con EAC (Piepoli et al., 2010). El EA
  consiste en realizar un tipo de ejercicio físico (e.g correr) de forma
  continua, a una intensidad moderada (50-80% VO2pico), y por un período de
  tiempo prolongado (30-60 minutos) (Moholdt, Madssen, Rognmo, &
  Aamot, 2014). El entrenamiento de fuerza ha cumplido un rol secundario en
  la RC (Lavie & Milani, 2011),
  aunque ha resultado ser importante en la prevención secundaria de esta
  población al reportar mejoras sobre fuerza muscular (Yamamoto, Hotta, Ota, Mori, &
  Matsunaga, 2016). Si bien originalmente se asumió que los ejercicios de
  fuerza en estos pacientes eran peligrosos debido a los rápidos aumentos de la
  frecuencia cardíaca y la presión arterial (Mitchell & Wildenthal, 1974),
  desde entonces se ha demostrado que este tipo de ejercicio puede realizarse
  de manera segura hasta el 90% de 1 repetición máxima (1RM) en la RC (Helgerud et al., 2011, Schmid et al., 2008). El
  entrenamiento aeróbico y de fuerza combinados (EAFC) ha sido menos analizado,
  obteniendo mayores mejorías sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular en
  comparación al EA (Marzolini,
  Oh, & Brooks, 2012). Sin embargo, no se han comparado revisiones
  sistemáticas y no se conocen los efectos del EAFC sobre otras variables
  relevantes en la RC de esta población, como calidad de vida o composición
  corporal (Hollings, Mavros,
  Freeston, & Singh, 2017).   Por lo tanto, el objetivo del presente estudio es comparar
  la eficacia del EAFC y EA sobre capacidad aeróbica, fuerza muscular y otras
  variables relevantes en pacientes con EAC.   Se realizó una búsqueda
  electrónica hasta el 27 de abril de 2019 en la base de datos PubMed. Se
  incluyeron revisiones sistemáticas y/o meta-análisis que examinaran y
  compararan efectos del EAFC y EA sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular
  como variables principales en personas con EAC. Al realizar la búsqueda en PubMed se utilizaron los
  términos MeSH (Medical Subject Heading) para definir la patología cardíaca y
  la intervención mediante ejercicio físico. La combinación fue la siguiente:
  ‘coronary artery disease’ [MeSH] AND ‘exercise’ [MeSH] OR ‘exercise therapy’
  [MeSH] OR ‘resistance training’ [MeSH] OR ‘circuit-based training’ [MeSH].
  Además, se seleccionaron como criterios para la búsqueda: estudios de
  revisiones sistemáticas y/o meta-análisis, publicados en inglés o español, a
  texto completo, y en población humana.   Para ser seleccionados en esta revisión, los artículos
  debían cumplir los siguientes criterios de inclusión: (1) estudios que
  analicen y comparen la influencia del EAFC y EA sobre capacidad aeróbica y
  fuerza muscular en pacientes con EAC; (2) en inglés o español a texto
  completo, publicados en la base de datos seleccionada; y, (3) en modalidad de
  revisión sistemática y/o meta-análisis.   Además, los criterios de exclusión fueron los siguientes:
  (1) investigaciones sobre pacientes cardíacos que no incluyan EAC; (2)
  revisiones que no expresen resultados específicos sobre capacidad aeróbica y
  fuerza muscular; (3) estudios que no analicen y comparen los efectos del EAFC
  y EA sobre capacidad aeróbica y fuerza muscular; (4) revisiones que sus
  resultados sean la combinación de EAC con otra patología; y, (5) artículos
  que expresen resultados en base a estudios en animales.   Siguiendo los procedimientos de la estrategia de búsqueda
  en la base de datos PubMed, se identificaron 30 artículos. La Figura 1 muestra gráficamente el flujo del proceso de
  búsqueda según la declaración ‘Preferred Reporting Items for Systematic
  Reviews and Meta-Analyses’ (PRISMA) (Moher, Liberati, Tetzlaff, Altman,
  & Group, 2009). En base a los criterios de inclusión/exclusión, dos
  revisores (BBP y VDG) realizaron el siguiente procedimiento de selección: (1)
  fase de cribado aplicada a título y resumen; (2) búsqueda de texto completo y
  evaluación de elegibilidad de los artículos seleccionados después del paso
  anterior. En caso de dudas para la selección de estudios, se resolvió por
  consenso entre ambos autores. Se buscaron manualmente las listas de
  referencias de los artículos incluidos para identificar otros estudios
  apropiados. Finalmente, un total de 3 artículos cumplieron con los criterios
  de inclusión/exclusión (Fig. 1).   Dos revisores (BBP y VDG) recopilaron los datos de los
  estudios incluidos que incluyeron: año y revista de publicación, título,
  nombres de los autores, tipo de estudio, objetivos, criterios de inclusión,
  fecha de búsqueda de artículos, fuentes de financiamiento, calidad
  metodológica de las intervenciones, número de artículos incluidos, edad y
  número de pacientes, descripción de los protocolos de entrenamientos
  (frecuencia/duración, intensidad, tipo y tiempo), resultados y conclusiones
  sobre capacidad aeróbica, fuerza muscular y otras variables relevantes (ver Tabla 2).   La calidad metodológica se evaluó utilizando la
  herramienta ‘Assessment of Multiple Systematic Reviews 2’ (AMSTAR-2),
  instrumento validado para la evaluación crítica de revisiones sistemáticas
  que incluyan ensayos aleatorizados y no aleatorizados (Shea et al., 2017a). AMSTAR-2
  es un cuestionario que contiene 16 dominios con opciones de respuesta:
  "si" (resultado es positivo), "si parcial" (adherencia parcial
  al estándar), o "no" (no se cumplió el estándar) (Shea et al., 2017a). 7
  dominios son considerados críticos (dado que pueden afectar sustancialmente
  la validez de una revisión y sus conclusiones), y 9 dominios son considerados
  no críticos (ver tabla 1) (Ciapponi,
  2017). De las debilidades en estos dominios surgen cuatro niveles de
  confianza: alta (ninguna debilidad crítica y hasta una no crítica), moderada
  (ninguna debilidad crítica y más de una debilidad crítica), baja (hasta una
  debilidad no crítica, con o sin debilidades no críticas) y críticamente baja
  (más de una debilidad crítica, con o sin debilidades no críticas) (Shea et al., 2017a). Los
  autores realizaron la valoración de confianza de los estudios utilizando la
  lista de verificación en línea AMSTAR-2 (Shea et al., 2017b). Cada
  una de las revisiones incluidas fue evaluada por dos revisores (BBP y VDG),
  siendo las evaluaciones discutidas y acordadas en forma de consenso por
  ambos. La Tabla 1 resume la evaluación de calidad de
  los estudios de revisiones sistemáticas y/o meta-análisis incluidos.      Veintiocho estudios fueron descartados al aplicar
  criterios de inclusión/exclusión al título y resumen. Al ser evaluado por
  texto completo, se excluyó 1 estudio por no contener EAFC (Yamamoto et al., 2016). En total
  se incluyeron 3 estudios, 1 identificado en la búsqueda de la base de datos
  PubMed (Marzolini et al.,
  2012) y 2 identificados en la búsqueda manual (Hollings et al., 2017, Xanthos, Gordon, & Kingsley, 2017).
  Un resumen de los estudios incluidos se presenta en la Tabla 2. Los 3
  estudios contienen revisiones sistemáticas y meta-análisis (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Todos los
  estudios compararon los efectos del EAFC y EA en pacientes adultos (rango de
  edad media: 45-73 años) con EAC (Hollings
  et al., 2017, Marzolini
  et al., 2012, Xanthos et al., 2017).
  Se analizaron un total de 54 intervenciones con 2561 pacientes en los 3
  estudios incluidos (Hollings et
  al., 2017, Marzolini et
  al., 2012, Xanthos et al., 2017).
  Los resultados sobre capacidad aeróbica se determinaron a través de la
  capacidad máxima de ejercicio (tiempo-watts/min) y del consumo de oxígeno
  pico (mL/kg/min) (Hollings et
  al., 2017, Marzolini et
  al., 2012, Xanthos et al., 2017).
  Los resultados de la fuerza muscular se establecieron a través de la
  contracción máxima voluntaria (Hollings
  et al., 2017), pico de torsión (newton-metros) (Hollings et al., 2017, Xanthos et al., 2017) y 1 repetición
  máxima (RM) (Hollings et al.,
  2017, Marzolini et al.,
  2012, Xanthos et al., 2017).
  La Tabla 1 indica los niveles de confianza AMSTAR-2.
  Los 3 estudios incluidos presentaron nivel de confianza moderado (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017).    Tabla 1     
     AMSTAR-2 contiene 7
  dominios críticos (ítems 2, 4, 7, 9, 11, 13, 15) y 9 dominios no críticos que
  pueden ser calificados como "si", "si parcial" (S/P),
  "no", o "no aplica" (N/A) (Ciapponi,
  2017): 1. ¿Las preguntas de investigación y los criterios de inclusión
  incluyen los componentes PICO? 2. ¿El reporte contiene una declaración
  explícita de que los métodos fueron establecidos con anterioridad a su
  realización y justifica cualquier desviación significativa del protocolo? 3.
  ¿Los autores explicaron su decisión sobre los diseños de estudio a incluir en
  la revisión? 4. ¿Los autores usaron una estrategia de búsqueda bibliográfica
  exhaustiva? 4. ¿Los autores usaron una estrategia de búsqueda bibliográfica
  exhaustiva? 5. ¿Los autores realizaron la selección de estudios por duplicado?
  6. ¿Los autores realizaron la extracción de datos por duplicado? 7. ¿Los
  autores proporcionaron una lista de estudios excluidos y justificaron las
  exclusiones? 8. ¿Los autores describieron los estudios incluidos con
  suficiente detalle? 9. ¿Los autores usaron una técnica satisfactoria para
  evaluar el riesgo de sesgo de los estudios individuales incluidos en la
  revisión? 10. ¿Los autores reportaron las fuentes de financiación de los
  estudios incluidos en la revisión? 11. Si se realizó meta-análisis, ¿los autores
  usaron métodos apropiados para la combinación estadística de resultados? 12.
  Si se realizó meta-análisis, ¿los autores evaluaron el impacto potencial del
  riesgo de sesgo en estudios individuales sobre los resultados del
  meta-análisis u otra síntesis de evidencia? 13. ¿Los autores consideraron el
  riesgo de sesgo de los estudios individuales al interpretar / discutir los
  resultados de la revisión? 14. ¿Los autores proporcionaron una explicación
  satisfactoria y discutieron cualquier heterogeneidad observada en los
  resultados de la revisión? 15. Si se realizó síntesis cuantitativa, ¿los
  autores llevaron a cabo una adecuada investigación del sesgo de publicación y
  discutieron su probable impacto en los resultados de la revisión? 16. ¿Los
  autores informaron de cualquier fuente potencial de conflicto de intereses,
  incluyendo cualquier financiamiento recibido para llevar a cabo la revisión?    Para el EAFC y EA, la duración osciló entre 3-48 semanas y
  la frecuencia entre 1-5 sesiones semanales (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Para el EAFC,
  el rango de intensidades más utilizadas osciló entre 20-80% 1 RM, y entre
  40-85% FCmáx, 60-85% FCpico y 60-80% VO2pico (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012).
  Para el EA, el rango de intensidades más utilizadas osciló entre 40-85%
  FCmáx, 60-85% FCpico y 60-80% VO2pico (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). Los
  tipos de ejercicio físico más utilizados en el EAFC fueron máquinas de pesas,
  peso corporal o peso libre, y caminar, ciclismo o correr (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). Dos
  estudios no especificaron tipo de ejercicio físico para el entrenamiento de
  fuerza (Marzolini et al.,
  2012, Xanthos et al., 2017).
  Para el EA, los tipos de ejercicio más utilizados fueron caminar, ciclismo o
  correr (Hollings et al., 2017,
  Marzolini et al., 2012).
  El tiempo de sesión en el EAFC osciló entre 1-6 series de 1-6 repeticiones
  con 2-10 ejercicios, y entre 8-95 minutos (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012).
  Para el EA, el tiempo de sesión osciló entre 12-95 minutos (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). Un
  estudio no especificó frecuencia, tipo de ejercicio físico, intensidad y
  tiempo de sesión de las intervenciones del EAFC y EA (Xanthos et al., 2017).   El EAFC y EA se asociaron a mejoras significativas sobre
  capacidad aeróbica en pacientes con EAC, siendo más efectivo el EAFC (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). El EAFC
  reportó mejoras significativas (DME 0.30 -0.88) sobre capacidad máxima de
  ejercicio en comparación al EA (Hollings
  et al., 2017, Marzolini
  et al., 2012, Xanthos et al., 2017).
  El EAFC reportó mejoras significativas (DME 0.61) (Xanthos et al., 2017) y no
  significativas (DME 0.14 – DMP 0.41) (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012)
  sobre VO2pico en comparación al EA.  
   EL EAFC se asoció con mejoras significativas (DME 0.60 –
  1.07) sobre fuerza muscular en comparación al EA en pacientes con EAC. Se
  reportaron resultados sobre fuerza muscular de miembros inferiores (DME 0.60
  – 0.77) y superiores (DME 1.07).   El EAFC reportó mejoras
  significativas en comparación al EA sobre composición corporal en pacientes
  con EAC (Marzolini et al.,
  2012). Se encontraron mejoras significativas del EAFC en comparación al
  EA sobre grasa visceral en la región del tronco (DME -0.56), masa libre de
  grasa (DMP 0.88kg) y porcentaje de grasa corporal (DMP -2.30%) en pacientes
  con esta patología (Marzolini
  et al., 2012). Por otra parte, dos estudios realizaron análisis de los
  efectos de ambos entrenamientos sobre calidad de vida en pacientes con EAC (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). La
  poca cantidad de intervenciones y datos sobre esta variable no permitió
  obtener conclusiones consistentes (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). Se
  observó evidencia limitada de los efectos del EAFC en comparación al EA sobre
  calidad de vida en la RC de esta población (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012). 
 
 Tabla 2  Características y
  resultados de los estudios incluidos.   
   DME: diferencia de medias
  estandarizada; DMP: diferencia de medias ponderada; EAC: enfermedad de las
  arterias coronarias; EA: entrenamiento aeróbico; EAFC: entrenamiento aeróbico
  y de fuerza combinados; FCmáx: frecuencia cardíaca máxima; FCpico: frecuencia
  cardíaca pico; GRADE: Calificación de Recomendaciones, Evaluación, Desarrollo
  y Evaluaciones; I2: heterogeneidad; ICP: intervención coronaria percutánea;
  IM: infarto de miocardio; PEDro: Escala de la Base de datos de Evidencia en
  Fisioterapia; PEF: programa de ejercicio físico; RC: rehabilitación cardíaca;
  RCT: ensayo controlado aleatorio; RM: repetición máxima; RPE: percepción
  subjetiva del esfuerzo; UPF: umbral de potencia funcional; VO2máx: consumo
  máximo de oxígeno; VO2pico: consumo de oxígeno pico.   El EAFC reportó mayores
  mejorías en comparación al EA sobre capacidad aeróbica (capacidad máxima de
  trabajo y VO2pico) de pacientes adultos con EAC (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Debido a la
  calidad de las intervenciones que se analizaron en las revisiones
  sistemáticas, y a su vez, a la calidad de las revisiones sistemáticas, la
  evidencia resultó moderada. Los 3 estudios reportaron mejoras significativas
  sobre capacidad máxima de ejercicio (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Estudios
  previos han encontrado que mejoras en la capacidad máxima de ejercicio se
  asociaron con beneficios sobre calidad de vida (Chen et al., 2014, Staniute, Bunevicius, Brozaitiene, &
  Bunevicius, 2014), función diastólica del ventrículo izquierdo (Piché et al., 2019),
  movilidad funcional (Chen et
  al., 2014) y rendimiento cardíaco (Piché et al., 2019) en
  pacientes con esta patología. Además, se encontraron mejoras significativas (Xanthos et al., 2017) y no
  significativas (Hollings et al.,
  2017, Marzolini et al.,
  2012) sobre VO2pico. Estudios anteriores han encontrado que incluso
  incrementos modestos sobre el VO2pico obtienen beneficios funcionales y de
  pronóstico en esta enfermedad (Kavanagh
  et al., 2002). Por otra parte, el EAFC
  reportó mejoras significativas en comparación al EA sobre fuerza muscular en
  pacientes con EAC (Hollings et
  al., 2017, Marzolini et
  al., 2012, Xanthos et al., 2017).
  Estudios previos han encontrado que incrementos en la fuerza muscular se
  asocian con un mejor pronóstico y supervivencia en esta población (Artero et al., 2012, Hyatt, Whitelaw, Bhat, Scott,
  & Maxwell, 1990, Metter,
  Talbot, Schrager, & Conwit, 2002), además de mejorar la movilidad
  funcional de adultos mayores con esta enfermedad (Liu & Latham, 2009, Marzolini et al., 2012).
  Pacientes con baja movilidad presentan mayor riesgo de eventos
  cardiovasculares (Yamamoto et
  al., 2016). El EAFC puede ser crucial en la RC de esta población al
  mejorar esta variable (Lavie
  & Milani, 2011, Xanthos et
  al., 2017). Los estudios incluidos (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017) y estudios
  anteriores (Pattyn et al.,
  2017) han encontrado que el EA ha resultado insuficiente para mejorar la
  fuerza muscular en pacientes con esta patología. Además, un estudio encontró que el EAFC reportó mejoras
  significativas en comparación al EA sobre composición corporal en pacientes
  con EAC (Marzolini et al.,
  2012). Existe una creciente prevalencia de obesidad y sobrepeso en la RC
  de esta población (Audelin,
  Savage, & Ades, 2008, Marzolini,
  Brooks, & Oh, 2008), con manifestaciones secundarias de mayor riesgo
  de muerte y eventos cardíacos recurrentes tras un infarto de miocardio (Wilson, D’Agostino, Sullivan,
  Parise, & Kannel, 2002). Componentes de la composición corporal de
  pacientes con esta patología son predictores de factores de riesgo
  cardiovascular (concentración de triglicéridos en plasma, niveles de
  lipoproteínas de alta densidad, ratio glucosa/insulina) (Brochu, Poehlman, Savage, Ross,
  & Ades, 2000). El EAFC reportó una mayor acumulación de masa muscular
  en comparación al EA (Marzolini
  et al., 2012), produciendo una mayor sostenibilidad del cambio en la
  composición corporal a través de un aumento en la tasa metabólica en reposo (Pratley et al., 1994) y mayor
  beneficio en pacientes con enfermedad metabólica como la diabetes (Sigal et al., 2007).
  Además, la pérdida de grasa visceral en la región del tronco que favoreció el
  EAFC en comparación al EA resulta importante (Marzolini et al., 2012),
  debido a que el exceso de grasa abdominal se asocia con mayor riesgo de
  accidente cerebro vascular, diabetes mellitus tipo II, exceso de nivel de
  lípidos en sangre, presión arterial alta y resistencia a la insulina (Després et al., 1990, Lamarche, 1998). Por lo tanto, la composición
  corporal en la RC de pacientes con EAC resulta una variable de gran
  relevancia. En cuanto a la cantidad de
  eventos adversos durante el EAFC, no se reportaron diferencias en comparación
  al EA en los 3 estudios incluidos (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Si bien existe
  poca evidencia sobre la cantidad de eventos adversos y su comparación según
  estos entrenamientos, los datos limitados sugieren que el EAFC no presentó
  más riesgos que el EA en la RC de esta población (Hollings et al., 2017). Por último, resulta imprescindible detallar el PEF, lo que
  supone la delimitación de 4 elementos que son esenciales en la medida de los
  efectos del entrenamiento: frecuencia, intensidad, tipo y tiempo (FITT) (Riebe et al., 2015). Los
  componentes del principio FITT constituyen la dosis, prescripción o cantidad
  de ejercicio físico para mejorar la salud (Billinger, Boyne, Coughenour,
  Dunning, & Mattlage, 2015). Según la American College of Sports
  Medicine, los eventos de riesgo de las enfermedades cardiovasculares pueden
  ser reducidos con la prescripción segura y efectiva del PEF a través del
  principio FITT según la etapa y estado de la enfermedad (Riebe et al., 2015). Varias
  frecuencias, intensidades, tipos y tiempos del PEF se han propuestos en la RC
  (de Gregorio, 2018). Sin embargo, los
  protocolos de entrenamiento aún son discutidos ya que existe una gran
  diversidad y poco análisis del principio FITT (Ambrosetti et al., 2017, Gayda, Ribeiro, Juneau, & Nigam,
  2016). En cuanto al EAFC, se ha establecido una gran variabilidad en los
  parámetros de los elementos FITT en los estudios incluidos (Hollings et al., 2017, Marzolini et al., 2012, Xanthos et al., 2017). Diferentes
  prescripciones del EAFC presentarían diferentes efectos sobre la RC de esta
  población (Hollings et al., 2017).
  Estudios anteriores han encontrado que mayor intensidad del EAFC reportó
  mayores mejorías sobre depresión, fuerza muscular y osteoporosis (Hollings et al., 2017). En
  relación a la prescripción del EAFC, es imprescindible la supervisión y
  prescripción del PEF según las características clínicas y personales de cada
  paciente (Liu & Latham, 2009).
  Son necesarios más estudios con una correcta metodología que analicen y
  comparen diferentes protocolos del EAFC para establecer la prescripción más
  eficiente en la RC de pacientes con EAC.  
   Encontramos como limitantes la búsqueda de estudios
  publicados en dos idiomas en una sola base de datos y el número reducido de
  estudios que cumplieron los criterios de inclusión. En cuanto a la
  información que presentan las revisiones sistemáticas y meta-análisis
  incluidos, se encuentra una gran variedad en los parámetros de los protocolos
  de los entrenamientos, heterogeneidad alta y calidad moderada en los
  resultados, por lo que las conclusiones que se puedan sacar a partir de este
  tipo de investigaciones en estos apartados deben ser tenidas con cautela.  
   El EAFC presentó mejoras significativas en comparación al
  EA sobre la capacidad máxima de ejercicio, composición corporal y fuerza
  muscular en pacientes adultos (rango de edad media: 45-73 años) con EAC.
  Respecto al consumo de oxígeno pico y otras variables relevantes de la RC
  analizadas, son necesarios más estudios para llegar a conclusiones consistentes
  que permitan identificar la prescripción del PEF más beneficiosa sobre
  calidad de vida en esta población. Además, son necesarios más estudios que
  analicen los efectos de diferentes protocolos del EAFC sobre variables de la
  RC, evaluando la seguridad de este PEF.   Ambrosetti, M., Doherty, P., Faggiano, P., Corrà, U.,
  Vigorito, C., Hansen, D., … Pedretti, R. F. E. (2017). Characteristics of
  structured physical training currently provided in cardiac patients: insights
  from the Exercise Training in Cardiac Rehabilitation (ETCR) Italian survey. Monaldi
  Archives for Chest Disease (Archivio Monaldi per Le Malattie Del Torace), 87(1),
  778. DOI: https://doi.org/10.4081/monaldi.2017.778   Bruno Bizzozero Peroni 
 
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