|  
 Revista Ciencias de la Actividad Física UCM. N° 19(2) julio-diciembre 2018,
  ISSN:0719-4013
 
 
 Entrenamiento
  de resistencia muscular en jóvenes universitarios ¿método
  de oclusión vascular o tradicional?
 
 Resistance training in college students. Vascular occlusion training
  or traditional method?
 
 *José Bimbela-Villalobos, *Marisela Suárez-García, **Jorge Alberto
  Aburto-Corona, **Luis Mario Gómez-Miranda
 
 
  
 Bimbela-Villalobos, J., Suárez-García, M., Aburto-Corona, J., Gómez-Miranda,
  L. (2018). Entrenamiento de resistencia muscular en jóvenes universitarios
  ¿método de oclusión vascular o tradicional?. Revista Ciencias de la
  Actividad Física UCM, N° 19(2), julio-diciembre, 1-9. DOI: http://doi.org/10.29035/rcaf.19.2.8
 
 
 
 
 RESUMEN
 
 El objetivo del estudio fue determinar si existen diferencias significativas
  en la circunferencia del brazo y en el número de repeticiones realizadas en
  base a dos métodos de entrenamiento: oclusión vascular y tradicional. Se
  reclutaron ocho sujetos a los cuales, de manera aleatoria, se les asignó el
  método de oclusión vascular (OVbi) para un brazo y el entrenamiento
  tradicional (ETmi) para el otro. Se realizó un pretest en el cual se midió la
  circunferencia del brazo y la cantidad de repeticiones que pudieran realizar
  con una carga equivalente al 9% de la masa corporal. Después de cuatro
  semanas de tratamiento (tres sesiones por semana) se realizó el postest. Los
  resultados no encontraron interacción significativa en la circunferencia del
  brazo (p = 0.164) ni en la cantidad de repeticiones (p = 0.390), sin embargo,
  si se encontraron diferencias en la cantidad de repeticiones realizadas entre
  el pretest y postest (p = 0.048). Estos resultados demuestran que,
  independientemente del tratamiento (OVbi y ETmi), los sujetos aumentaron el
  número de repeticiones realizadas, en pocas palabras, un entrenamiento a baja
  intensidad con oclusión vascular durante cuatro semanas es igual de efectivo
  a un entrenamiento tradicional de moderada intensidad.
 
 
 PALABRAS CLAVE
 
 Restricción de flujo sanguíneo, fuerza muscular, KAATSU.
 
 
 ABSTRACT
 
 The purpose of the study was to determine the effect of vascular occlusion
  (VO) and traditional resistance training (TRT) methods on arm circumference
  and number of repetitions to exhaustion. Eight participants were randomly
  assigned to VO in one arm and TRT on the other. Before and after four weeks
  of training performed three times per week, measurements were obtained on arm
  circumference and number of repetitions with a workload equivalent to 9% of
  body mass. No significant treatment by measurements interactions were found
  on arm circumference (p = 0.164) and number of repetitions to exhaustion (p =
  0.390). Regardless of the training method, participants improved number of
  repetition to exhaustion following the intervention (p = 0.048). In
  conclusion, four weeks of VO is as effective as TRT for improving arm
  muscular performance to exhaustion.
 
 
 Key words
 
 Blood flow restriction, muscular strength, KAATSU.
 
 
 
 *  Licenciados en Actividad Física y Deporte. Facultad de Deportes,
  Universidad Autónoma de Baja California, México.
 **Profesores Investigadores del Cuerpo Académico UABC-CA-230 Ejercicio Físico
  y Salud. Facultad de Deportes, Universidad Autónoma de Baja California,
  México.
 
 
 
 
  
 INTRODUCCIÓN
 
 El entrenamiento de fuerza ha sido utilizado con el propósito de mejorar esta
  cualidad física. Existen registros que evidencian el entrenamiento de fuerza
  con pesas en forma de piedra en la población china desde los años 3600 a.C.,
  asimismo en Egipto, India y Grecia. Durante mucho tiempo se ha realizado
  entrenamiento de resistencia muscular con pesas, sin embargo, Archibald
  MacLaren fue quien se apropió del primer sistema de entrenamiento físico
  basado en mancuernas y barras con peso, además de formalizar el principio de
  entrenamiento de sobrecarga progresiva (Verkhoshansky & Stiff, 2011).
 
 Existen diversos métodos para el incremento de la fuerza e hipertrofia
  muscular (Lin & Chen, 2012). La
  mayoría de estos métodos involucran ejercicios de alta intensidad, debido a
  que se cree que el ejercicio de resistencia con carga menor a 70% de una
  repetición máxima (1RM) no genera hipertrofia muscular (Dankel, Jessee, Abe & Loenneke, 2016).
  Por esta razón, el entrenamiento con oclusión vascular a baja intensidad
  (OVbi) se ha propuesto como una alternativa al ejercicio de altas
  intensidades, para la rehabilitación, aumento de la fuerza y masa muscular (Garber et al., 2011).
 
 El entrenamiento OVbi fue originalmente concebido y desarrollado en Japón a
  finales de la década de los 60’s por Yoshiaki Sato y se denomina
  entrenamiento KAATSU. Antes del año 2008, los instrumentos para entrenamiento
  de oclusión vascular eran escasos fuera de Japón (Garber et al. 2011). Algunos
  investigadores mencionan que la hipertrofia causada por el entrenamiento OVbi
  se debe a la acumulación de metabolitos, hinchamiento de células, al mayor
  reclutamiento de unidades motoras, proliferación de células satélite y a la
  disminución de miostatina (Loenneke,
  et al. 2012; Loenneke,
  Fahs, Wilson & Bemben, 2011; Ogasawara Loenneke, Thiebaud &
  Abe, 2013; Nielsen, et al.
  2012).
 
 Uno de los componentes de la prescripción de ejercicio es la intensidad de la
  carga (DeWeese, Homsby, Stone
  & Stone, 2015). En el entrenamiento con oclusión vascular, intensidad
  baja como el 20% de 1RM, puede llegar a generar mejoras significativas en la
  fuerza e hipertrofia muscular (Vanwye, Weatherholt &
  Mikesky, 2017). Takarada
  et al. (2000), encontraron que entrenar a baja intensidad con oclusión
  vascular tiene mayor efecto que entrenar solo a baja intensidad, y similar a
  entrenar a intensidades medias-altas en actividad muscular, área transversal
  del musculo y en fuerza muscular, aunque el entrenamiento de oclusión
  vascular aumenta más la concentración de lactato.
 
 Takarada, Sato e Ishii (2002),
  encontraron que el entrenamiento de oclusión vascular a baja intensidad
  mejora la fuerza, resistencia e hipertrofia muscular de jugadores
  profesionales de rugby. Cabe mencionar que estos jugadores se consideran
  adaptados, debido a que tenían una media de cinco años realizando
  entrenamientos de fuerza.
 
 Takarada, Tsuruta e Ishii
  (2004), descubrieron que al realizar extensiones de pierna, la oclusión
  vascular, o el entrenamiento a baja intensidad por sí solo no tenían efectos
  significantes, pero al aplicar ambos al mismo tiempo, se encontró que aumenta
  la fuerza isométrica e isocinética, el área transversal de los extensores de
  rodilla y la concentración de hormona de crecimiento en plasma después de la
  sesión de entrenamiento.
 
 Como lo anterior, Sousa et
  al. (2017) encontraron que el entrenamiento de pesas a baja intensidad
  con oclusión vascular, a alta intensidad o combinados, producen resultados
  similares en activación muscular, torque y resistencia muscular local. Por
  esta razón, el objetivo de este estudio fue determinar si existen diferencias
  significativas en la circunferencia del brazo y en el número de repeticiones
  realizadas en base a dos métodos de entrenamiento: OVbi y el entrenamiento
  tradicional de moderada intensidad (ETmi).
 
 
 METODOLOGÍA
 
 Sujetos. Se reclutaron nueve varones estudiantes universitarios físicamente
  activos y aparentemente sanos (ACSM, 2005). Todos los
  sujetos leyeron y firmaron una carta de consentimiento informado. A todos
  ellos se les pidió que durante el estudio evitaran realizar trabajo físico en
  el tren superior, específicamente de brazos. A un sujeto le surgió una
  molestia en el bíceps braquial durante el tratamiento, por tal motivo se dio
  de baja del protocolo. Al final del estudio solo se analizaron los datos de
  ocho sujetos (edad 20.8 ± 1.8 años; estatura 177.3 ± 7.1 centímetros; peso
  73.9 ± 12.9 kilogramos).
 
 Procedimiento. Después de haber firmado la carta consentimiento se les midió
  la circunferencia de ambos brazos. Se evaluó la presión arterial con y sin
  oclusión vascular, después, se determinó el promedio en base a la fórmula
  mencionada por Sainas et al.
  (2016) (presión arterial promedio = presión arterial diastólica (PAD) +
  1/3 [presión arterial sistólica - PAD]). No se encontraron diferencias
  significativas entre la presión arterial promedio sin (83.9 ± 6.7 mmHg) y con
  oclusión vascular (83.9 ± 11.3 mmHg) (p>.05).
 
 Los sujetos asistieron a doce sesiones (cuatro semanas) con un día como
  mínimo de reposo entre sesión. Antes de la primera sesión, se hizo una
  medición de circunferencia de brazo extendido-relajado (en la terminación de
  la inserción distal del musculo deltoides), además, se hizo una prueba de
  repeticiones máximas de curl de bíceps martillo utilizando el 9% de la masa
  corporal (George, Fisher &
  Vehrs, 2005). Las mediciones se realizaron en ambos brazos, debido a que
  uno fue escogido de manera aleatoria para hacer ejercicio con oclusión
  vascular a baja intensidad (OVbi) y el otro para ejecutar el método de
  entrenamiento tradicional de moderada intensidad (ETmi). Después de realizar
  la prueba de repeticiones máximas, se aplicó la fórmula de Baechle, Earle y Wathen (2000),
  para determinar la repetición máxima (1RM). Cabe mencionar que solo un sujeto
  era de brazo izquierdo dominante. Durante el transcurso de la investigación,
  se les pidió no realizar ejercicio del tren superior, con el propósito de que
  no alterara los posibles efectos de la variable independiente. Aun así, los
  sujetos reportaron realizar solamente ejercicio aeróbico (trote).
 
 Durante las sesiones, los sujetos realizaron el ejercicio curl de bíceps de
  pie, a diferentes intensidades (ver tabla 1), con una
  cadencia de 2-0-2-0 propuesta por el ACSM (2009). Para el
  brazo que entrenaba con oclusión vascular a baja intensidad se utilizó un
  velcro de 1.9 centímetros de ancho para disminuir un 5% la circunferencia del
  brazo. El brazo que hacía entrenamiento tradicional a moderada intensidad no
  se le puso velcro, simplemente hizo el ejercicio como usualmente se hace. Los
  sujetos no tenían experiencia realizando este ejercicio.
 
 Tabla 1Dosificación de la carga de trabajo durante las cuatro semanas de
  tratamiento.
 
 Nota: MRP=Máximas Repeticiones Posibles; 1RM=Repetición Máxima.
 
 Análisis estadístico. Se hizo estadística descriptiva para la variable edad,
  talla y peso. Seguido, se realizó una prueba de normalidad de datos
  Shapiro-Wilk, con la cual se determinó que la distribución de datos es normal
  (p > 0.05). Por tal razón, se ejecutó un ANOVA de dos vías (tratamiento por
  mediciones) de muestras independientes para la circunferencia en brazo y para
  el número de repeticiones realizadas de curl de bíceps. Para el análisis post
  hoc se utilizó el test de Bonferroni, tomando como significancia un valor de
  p < 0.05.
 
 
 RESULTADOS
 
 En base a un análisis de varianza de dos vías de muestras independientes no
  se encontró interacción significativa en la circunferencia del brazo después
  de cuatro semanas de tratamiento (p = 0.164), de la misma manera, no se
  hallaron diferencias en los efectos simples de mediciones (pre 28.7 ± 2.2 cm
  y postest 28.8 ± 2.9 cm; p = 0.610) ni tratamiento (OVbi 28.8 ± 2.6 cm y ETmi
  28.7 ± 2.6 cm; p = 0.925) (figura 1). Estos resultados
  indican que, independientemente del entrenamiento de oclusión vascular o
  tradicional, la circunferencia del brazo será la misma después de 12 sesiones
  de entrenamiento en cuatro semanas. Cabe mencionar que el entrenamiento OVbi
  se realizó con el 20% de 1RM y el de ETmi con el 65% de 1RM.
 
 Figura 1.
  Comparación entre los diferentes métodos en las mediciones en la
  circunferencia del brazo.
   
 Lo mismo sucedió con las repeticiones realizadas, en donde la interacción
  entre tratamiento y mediciones no fue significativa (p = 0.390), al igual que
  el efecto simple tratamiento (OVbi 18.7 ± 9.1 repeticiones y ETmi 19.1 ± 8.2
  repeticiones; p = 0.628). Sin embargo, se encontraron diferencias en la
  variable mediciones (pretest 16.9 ± 7.8 repeticiones y postest 20.9 ± 9.0
  repeticiones; p = 0.048) (figura 2). Estos resultados
  significan que, independientemente del tratamiento (OVbi y ETmi), los sujetos
  aumentaron el número de repeticiones realizadas, en pocas palabras, un entrenamiento
  a baja intensidad con oclusión vascular es igual de efectivo a un
  entrenamiento tradicional de moderada intensidad.
 
 
 
   Figura 2. Comparación entre los
  diferentes métodos en las mediciones en las repeticiones realizadas. *Diferencia significativa
  entre pretest y postest (p = 0.048). 
 DISCUSIÓN
 
 El hallazgo más importante de este estudio fue que el entrenamiento de OVbi
  (20% 1RM) genera el mismo efecto que el ETmi (65% 1RM), debido a que ambas
  condiciones mejoraron el número de repeticiones realizadas de curl de bíceps
  entre el pretest y postest en cuatro semanas de este mismo ejercicio. Fahs, et al. (2014), son otros
  investigadores que encontraron resultados similares, sin embargo, el grupo de
  OVbi realizaba ejercicio con el 30% 1RM y el otro a 60% 1RM, además de que
  evaluaron músculos del tren inferior (cuádriceps) y utilizaron sujetos de
  mediana edad (42 a 62 años).
 
 En la presente investigación no se encontró diferencia en la circunferencia
  de brazo después de cuatro semanas de entrenamiento de curl de bíceps de pie.
  Esto pudo deberse a que no se tomó en cuenta la composición corporal para
  determinar los porcentajes de grasa y músculo en ambos brazos, es decir, los
  sujetos pudieron disminuir la grasa, aumentado el músculo y al finalizar obtener
  la misma circunferencia de brazo.
 
 Un estudio muy similar a este es el de Lixandrão, et al. (2015),
  donde combinaron intensidades de ejercicio y de oclusión vascular (OV) en
  cinco grupos distintos: OV-20/40, OV-20/80, OV- 40/40, OV-40/80 y un grupo
  sin oclusión vascular que trabajaba al 80% (OV/80) (porcentaje de
  1RM/porcentaje de restricción del flujo sanguíneo, respectivamente).
  Encontraron que 12 semanas de entrenamiento pueden generar un aumento de
  hasta 5% en la masa muscular de los cuádriceps (OV-40/80 y OV/80). Cabe
  mencionar que los investigadores realizaron resonancia magnética del plano
  axial para determinar la proporción de los músculos cuádriceps. Otros
  investigadores concuerdan con estos hallazgos (Lowery, et al., 2013; Vechin, et al., 2015).
 
 Lowery, et al. (2013), realizaron
  un estudio con el objetivo de determinar si ocho semanas de ejercicio de
  resistencia aumenta el grosor muscular del bíceps braquial. Para llevar a
  cabo el proyecto, un brazo realizaba entrenamiento de resistencia a baja
  intensidad (30% 1RM) con oclusión vascular (OV) mientras que el otro brazo lo
  hacía a moderada intensidad (60% 1RM) sin OV. Se realizó una medición del
  grosor del bíceps al inicio, otra a las cuatro semanas y la otra al finalizar
  el protocolo utilizando ultrasonido directo. Los investigadores concluyen que
  el entrenamiento de oclusión vascular a baja intensidad (30% 1RM) estimula el
  músculo de la misma manera que el entrenamiento a moderada intensidad sin
  oclusión vascular (60% 1RM).
 
 Una investigación similar, con entrenamiento concurrente en lugar del
  entrenamiento de pesas, es la de Libardi, et al. (2014). En
  este estudio, los investigadores reclutaron a 25 sujetos, los cuales fueron
  evaluados antes y después de doce semanas en el área muscular de cuádriceps,
  1RM y VO2máx. Divididos en tres grupos: entrenamiento concurrente (50-80% del
  VO2máx), oclusión vascular a baja intensidad (20-30% 1RM) y un grupo control.
  Después de doce semanas de tratamiento, encontraron un incremento similar en
  el área de cuádriceps, 1RM y VO2máx. Con estos resultados, concluyen que la
  oclusión vascular genera efectos similares, en cuanto a adaptaciones
  neuromusculares y cardiorespiratorias, que el entrenamiento concurrente en
  doce semanas de entrenamiento.
 
 En el presente estudio no se encontró diferencia en la circunferencia del
  brazo después de cuatro semanas de entrenamiento de curl de bíceps de pie.
  Esto pudo deberse a que no que no se midió la hipertrofía por medio de
  resonancia magnética, solo se midió la circunferencia de brazo como un
  parámetro de hipertrofia, dejando de lado el porcentaje de grasa y músculo.
  Además, la mayoría de los estudios analizados encuentran estas diferencias en
  músculos del tren inferior, en conjunto con una ingesta adecuada de proteínas
  (Loenneke & Pujol 2009; Sousa, et al., 2017; Vanwye, Weatherholt &
  Mikesky, 2017).
 
 
 CONCLUSIÓN
 
 El entrenamiento con oclusión vascular no genera un aumento en la
  circunferencia del brazo, sin embargo, mejora la resistencia muscular de la
  misma manera que el entrenamiento tradicional en cuatro semanas de
  entrenamiento. Cabe mencionar que el entrenamiento tradicional se realiza a
  una moderada intensidad (65% 1RM) y el de oclusión vascular a baja intensidad
  (20% 1RM). Una recomendación para futuros estudios es aumentar la presión de
  la oclusión vascular a más del 5%, es decir, limitar en mayor medida el flujo
  sanguíneo puede conseguir activar los mecanismos que benefician sobre este
  tipo de tratamientos, logrando una mayor ganancia en un menor tiempo.
  También, se recomienda hacer uso de resonancia magnética o ultrasonido directo,
  de esta manera, se obtienen datos precisos de oclusión vascular y dimensiones
  musculares para determinar el flujo sanguíneo y la hipertrofia.
 
 Es importante involucrar a la población adulto mayor (mujeres y hombres) e
  interactuar con diferentes tipos de ejercicios (entrenamiento concurrente,
  entrenamientos interválicos de alta intensidad) en diferentes aparatos
  (cicloergómetro, remoergómetro, banda sinfín, etc) e intensidades de oclusión
  vascular.
 
 
 
 
 NOTA: El presente estudio fue presentado en el 3er Simposio Internacional de
  Investigación Aplicada a la Actividad Física y Deporte y 2do Simposio
  Internacional de Tópicos Avanzados en Fisiología del Ejercicio, realizado en
  Tijuana, Baja California, México.
 
 Agradecemos al Ph. D José Moncada Jiménez, de la Universidad de Costa Rica,
  por su colaboración en este proyecto.
 
 
 
 
 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 
 American College of
  Sports Medicine. (2009). American College of Sports Medicine position stand.
  Progression models in resistance training for healthy adults. Medicine
  & Science Sports & Exercise, 34(2), 364-380.
 
 American College of
  Sports Medicine. (2005). Manual ACSM para la valoración y prescripción del
  ejercicio. Editorial Paidotribo.
 
 Baechle, T.R., Earle,
  R.W., & Wathen, D. (2000) Resistance training. In: Baechle, T.R. &
  Earle, R.W., eds. Essentials of strength training and conditioning.
  2nd ed. Champaign, IL: Human Kinetics, p. 395-425.
 
 DeWeese, B. H., Hornsby, G.,
  Stone, M., & Stone, M. H. (2015). The training process: Planning for
  strength-power training in track and field. Part 1: Theorical aspects. Journal
  of Sport and Health Science, 4(4), 308-317.
 
 Dankel, S., Jessee, M., Abe, T.,
  & Loenneke, J. (2016). The effects of blood flow restriction on
  upper-body musculature located distal and proximal to applied pressure. Sports
  Medicine, 46, 23-33.
 
 Fahs, C., Loenneke, J.,
  Thiebaud, R., Rossow, L., Kim, D., Abe, T., Beck, T., Feeback, D., Bemben,
  D., & Bemben, M. (2014). Muscular adaptations to fatiguing exercise with
  and without blood flow restriction. Clinical Physiology and Nuclear
  Medicine, 35(3), 167-176.
 
 Garber,  C.  E., 
  Blissmer,  B.,  Deschenes,  M.  R.,  Franklin, B.
  A., Lamonte, M. J., Lee, I.-M., ... Swain, D. P. (2011). Quantity and Quality
  of Exercise for Developing and Maintaining   Cardiorespiratory,  
  Musculoskeletal,  and  Neuromotor  Fitness  in 
  Apparently  Healthy  Adults.  Medicine & Science in
  Sports & Exercise, 43(7), 1334–1359. https://doi.org/10.1249/MSS.0b013e318213fefb
 
 George, J., Fisher, A., &
  Vehrs, P. (2005). Tests y pruebas físicas. Editorial Paidotribo.
 
 Libardi, C. A.,
  Chacon-Mikahil, M., Cavaglieri, C., Tricoli, V., Roschel, H., Vechin, F.,
  Conceicao, M., & Ugrinowitsch, C. (2014). Effect of concurrent training
  with blood flow restriction in the elderly. International Journal of
  Sports Medicine, 36, 395-399.
 
 Lin, J., & Chen, T. (2012).
  Diversity of strength training methods: A theoretical approach. Strength
  & Conditioning Journal, 34(2), 42-49.
 
 Lixandrão, M. E.,
  Ugrinowitsch, C., Laurentino, G., Libardi, C. A., Aihara, A. Y., Cardoso, F.
  N., Tricoli, V., & Roschel, H. (2015). Effects of exercise intensity and
  occlusion pressure after 12 weeks of resistance training with blood-flow
  restriction. European Journal of Applied Physiology, 115(12),
  2471-2480.
 
 Loenneke, J., & Pujol, T.
  (2009). The Use of Occlusion Training to Produce Muscle Hypertrophy. Strength
  & Conditioning Journal, 31(3), 77-84
 
 Loenneke, J. P., Fahs,
  C. A., Thiebaud, R. S., Rossow, L., Abe, T., Ye, X., Kim, D., & Bemben,
  M. (2012). The acute muscle swelling effects of blood flow restriction. Acta
  Physiologica Hungarica, 99(4), 400-410.
 
 Loenneke, J. P., Fahs, C.
  A., Wilson, J. M., & Bemben M. (2011). Blood flow restriction: the
  metabolite/volume threshold theory. Medical Hypotheses, 77(5),
  748-752.
 
 Lowery, R., Joy, J., Loenneke,
  J., de Souza, E., Machado, M., Dudeck, J., & Wilson, J. (2013). Practical
  blood flow restriction training increases muscle hypertrophy during a
  periodized resistance training programme. Clinical Physiology and
  Functional Imaging, 34(4), 317-321.
 
 Nielsen, J. L., Aagaard, P.,
  Bech, R. D., Nygaard, T., Hvid, L., Wernbom, M., Suetta, C., & Frandsen,
  U. (2012). Proliferation of myogenic stem cells in human skeletal muscle in
  response to low-load resistance training with blood flow restriction. The
  Journal of Physiology, 590(17), 4351-4361.
 
 Ogasawara, R., Loenneke, J. P.,
  Thiebaud, R. S., & Abe, T. (2013). Low-load bench press training to
  fatigue results in muscle hypertrophy similar to high-load bench press
  training. International Journal of Clinical Medicine, 4, 114-121.
 
 Sainas, G., Milia, R.,
  Palazzolo, G., Ibba, G., Marongiu, E., Roberto, S., Pinna, V., Ghiani, G.,
  Tocco, F., & Crisafulli, A. (2016). Mean blood pressure assessment during
  post-exercise: result from two different methods of calculation. Journal
  of Sports Science & Medicine, 15(3), 424-433.
 
 Sedghi, S. S. (2017). Effect of combined
  aerobic and resistance training with blood flow restriction in the elderly
  women. Sport Scientific & Practical Aspects, 14(1), 23.
 
 Sousa, J., Neto, G.,
  Santos, H., Araújo, J., Silva, H., & Cirilo-Sousa, M. (2017). Effects of
  strength training with blood flow restriction on torque, muscle activation
  and local muscular endurance in healthy subjects. Biology of Sport, 34(1),
  83-90.
 
 Takarada, Y., Sato, Y., &
  Ishii, N. (2002). Effects of resistance exercise combined with vascular
  occlusion on muscle functions in athletes. European Journal of Applied
  Physiology, 86(4), 308-314.
 
 Takarada, Y., Tsuruta, T.,
  & Ishii, N. (2004). Cooperative effects of exercise and occlusive stimuli
  on muscular function in low-intensity resistance exercise with moderate
  vascular occlusion. Japanese Journal of Physiology, 54(6), 585-592.
 
 Takarada, Y., Takasawa, H.,
  Sato, Y., Takebayashi, S., Tanaka, Y., & Ishii, N. (2000). Effects of
  resistance exercise combined with moderate vascular occlusion on muscular
  function in humans. Journal of Applied Physiology, 88(6), 2097-2106.
 
 Vanwye, W., Weatherholt,
  A., & Mikesky, A. (2017). Blood flow restriction training:
  Implementation  into clinical practice. International Journal of
  Exercise Science, 10(5), 649-654.
 
 Vechin, F., Libardi, C.,
  Conceicao, M., Damas, F., Lixandrao, M., Berton, R., Tricoli, V., Roschel,
  H., Cavaglieri, C., Chacón-Mikahil, M., & Ugrinowitsch, C. (2015).
  Comparison between low-intensity resistance training with blood flow
  restriction and high-intensity resistance training on quadriceps muscle mass
  and strength in elderly. Journal of Strength and Conditioning Research, 29(4),
  1071-1076.
 
 Verkhoshansky, Y., & Siff,
  M. (2011). Superentrenamiento. 2nd ed. Badalona: Paidotribo, p.22-23.
 
 
 
 
 
 
 
 Dirección para correspondencia
 
  
 Jorge Alberto Aburto-Corona
 Maestría en Ciencias del Movimiento Humano
 Universidad Autónoma de Baja California
 Facultad de Deportes
 Calzada Universidad #14418 Parque Industrial Internacional Tijuana.
 CP 22427, Tijuana B. C. México.
 
 Contacto: jorge.aburto@uabc.edu.mx
 
 Fecha Recibido: 19-09-2018
 Fecha Aceptado: 26-12-2018
 
 Este obra está bajo una licencia de Creative
  Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. |